¿Talento? Lo tuyo no es talento, porque va mucho más allá. Lo tuyo es virtuosismo, es poesía. Tus movimientos sin balón son tan efectivos como imperceptibles. Estás donde tienes que estar y eso es algo con lo que se nace.
Pero lo tuyo no se puede simplificar en algo tan común como el talento. No, no, no. Lo tuyo es aguante y esfuerzo y orgullo y despliegue. Lo tuyo es correr hasta que no te puedas las piernas y cuando eso pasa, seguir corriendo. Eso son huevos, no talento; eso es barrio, no talento.
Lo tuyo es jugar en canchas de cemento enrejadas, sin líneas marcadas y el arco sin red. Lo tuyo es tomar agua de la manguera de la vecina y si no se puede, no se toma y se sigue jugando. Lo tuyo es pararte en la mitad de la cancha y no dejar que nadie pase. Eso es el adn de un futbolista de tu estirpe; la esencia pura de un crack de proporciones.
Charles, lo tuyo no es talento, porque los talentosos solamente se admiran, pero los jugadores como tú inspiran y eso es escaso. Lo tuyo no es talento, lo tuyo es ser tú mismo, y en ese rol eres el más talentoso de todos, porque naciste con buen juego y lo forjaste bajo el sol de miles de pichangas, y poco a poco te convertiste en el mejor. El más querido, el más temido y el más bacán.
Aguante Charles y a seguir regalando tu barrio vestido de rojo, porque lo tuyo no es talento, lo tuyo es sencillamente pura pasión.
#Puntete