Valeria Pérez, expareja de Leonardo Valencia: “Un día me puso una pistola en la cabeza”

El mediocampista de Colo Colo y que en más de alguna ocasión visitó la camiseta de la Selección chilena, Leonardo Valencia, se encuentra en el ojo del huracán debido a las graves acusaciones de violencia intrafamiliar del que es acusa por su expareja, Valeria Pérez.

En una entrevista con el medio El Desconcierto, Pérez sostuvo que Valencia comenzó con los maltratos cuando recién empezaba su carrera como futbolista, y que estos llegaron a su punto más alto cuando defendía los colores de Palestino.

Un día llegó con una pistola a la casa y me la puso en la cabeza. Me quería matar, mi hijo le gritó que no, ahí él bajó la pistola. Eso no lo denuncié porque tenía miedo que me fuera a matar. En esa época peleábamos porque yo le reclamaba que salía mucho. Le decía que se hiciera cargo de su familia, que dejara de salir con ellos, yo le daba consejos en buena y él se emputecía”, reveló Pérez. “Pensé que me podía matar porque la pistola tenía balas. La cargó frente a mí. El temor era total”, agregó.

Tras su salida del cuadro árabe, Valencia arribó al Botafogo de Brasil donde, según Pérez, Valencia mantuvo su actitud. “Un día se enojó y me tiró un Nintendo Wii en la cabeza. Yo me agaché y él hizo un hoyo en la pared. Antes de eso, también me quebró el teléfono, me pateó en el suelo, me sacó la cresta y media. Eso fue un día antes de viajar a Chile de vacaciones por dos semanas”.

Al llegar a Colo Colo, “lo primero que hizo fue irse de carrete y dejarme sola. Ahí me separé y me fui a vivir con mi hermano”. “Él me dijo que iba a solucionar todo. A los cinco minutos me llama de nuevo y me dice: ‘mañana te vas al Hotel Marriot con tus niños'», señaló al mencionado medio.

“Una vez instalada en una de las suites, Valeria asegura que comenzó a recibir mensajes amenazantes de Claudio Lagos, quien trabaja para Fernando Felicevich en Chile: ‘A los tres días me empieza a llamar pidiéndome que aceptara a Leo en el hotel o que si no lo iba a dejar de pagar y que me quedaría en la calle. Tuve que aceptarlo’”, cerró Pérez.

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