Por la decimoséptima fecha y a partir de las 16 horas en el estadio Ester Roa de Concepción, se enfrentarán la Universidad de Concepción y la Universidad de Chile.
Un encuentro que, desde la óptica azul, se sitúa en una especial contingencia, marcada por pronunciados cuestionamientos a su director técnico y a un equipo en general a quien sentó muy mal el prolongadísimo receso que tuvo lugar producto de la pandemia.
Además, se cuestiona que el equipo dependa demasiado de lo que pudiera o no pudiera hacer su figura excluyente, Montillo, acaso la única.
El factor de la ‘Ardilla’, sumado al de Larrivey, que pareciera ser producto de un afortunado acierto en medio de un cuadro casi marcado por el azar.
Al menos, y a diferencia de lo que aconteció el año pasado, situado a la U en un escenario en que la pérdida de la categoría no parece un problema directo del cual preocuparse. De igual forma, está lejos de satisfacer el paladar del hincha y las expectativas de una institución que de por sí tiene como consigna el triunfo.
La Universidad de Concepción, por su parte, asoma como un hueso duro de roer para la U, lo cual se ve avalado por el hecho de que se ha quedado con cinco de los últimos diez duelos que han disputado y también por el que, pese a mirar por debajo a la U en la tabla en virtud de una distancia de siete puntos, ha planteado mucha mayor competencia en confrontaciones directas, a dos equipos que pelean en el tramo superior de la tabla, como la Universidad Católica y la Unión Española.
En relación a las novedades de la U en cuanto a la formación a alinear, cabe destacar que tendrá que hacer frente a la ausencia de Montillo debido a lesión y a la de Nicolás Guerra en virtud de su expulsión en el partido pasado.
Sus sustitutos serán, presumiblemente, Jimmy Martínez en el primer caso y el juvenil Simón Contreras en el segundo, en quizás una muestra de el único rasgo positivo de que ha dado muestra la institución a lo largo de estos últimos dos años: la mayor presencia de jóvenes canteranos en las formaciones.