Universidad Católica gana y acaricia el Campeonato

Con una abultada victoria sobre Curicó Unido, los Cruzados sumaron 50 puntos, 15 más que Palestino, su más cercano rival.

Ganó, gustó y goleó. Esas tres palabras pueden resumir el partido en que Universidad Católica venció por 4 goles a 1 al cuadro “tortero”.

Si bien los dirigidos de Gustavo Quinteros comenzaron en desventaja con gol de Gabriel Vargas a los 9 minutos, el once que saltó al césped del estadio La Granja no bajó los brazos y 4 minutos más tarde, José Pedro Fuenzalida anotó la igualdad.

Manejando la pelota, a buen ritmo y ocupando todos los espacios de la cancha, los de la precordillera se volcaron al arco de Deschamps sabiendo que un resultado positivo los acercaría más al bicampeonato. Fue así que a los 35´y tras un centro bombeado de Luciano Aued, una de las figuras del partido, el “Chapa” marcó su segundo personal tras conectar con pierna izquierda una volea de antología. Golazo y al descanso.

En la segunda mitad del encuentro, los Cruzados cerraron todos los espacios dejando sin ideas al rival que poco y nada pudo hacer. Así, César Pinares a los 47´ y 77´ selló un triunfo de oro para las aspiraciones de un equipo que se quiere llenar de gloria.  

El próximo rival de Universidad Católica será Cobresal el domingo 6 de octubre a las 17:30 en el estadio San Carlos de Apoquindo.

Una cantera de oro

Si bien Universidad Católica siempre se ha destacado por tener una de las divisiones inferiores más potentes del fútbol nacional, durante los últimos años ha llamado la atención la cantidad de jugadores formados en casa que forman parte del plantel estelar.

Durante el partido contra Curicó Unido, en el once titular los jugadores formados en los pastos de la precordillera fueron 3: Raimundo Rebolledo, Alfonso Parot y José Pedro Fuenzalida. Sin embargo, en la banca estaban Cristopher Toselli, Benjamín Kuscevic, Stefano Magnasco, Carlos Lobos, César Munder y Diego Valencia. A eso hay que sumar a Francisco Silva, Marcelo Suárez, Yerco Oyanedel, David Henríquez, Jaime Carreño  e Ignacio Saavedra. Una cantera de oro.

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