El comienzo de una pasión
No recuerdo muy bien la primera vez que fui al estadio a ver a la UC. Quizás era muy chico o quizás aún no sentía ese fanatismo como el que siento ahora por el club. Lo que sí recuerdo muy bien, fue una vez que fui completamente solo, sin mi viejo, que a pesar de no ser de la UC se la jugaba y me llevaba. Iba sin amigos, sin compañeros, absolutamente solo.
Era marzo del 2002, tenía 16 años y llegar a San Carlos de Apoquindo desde donde vivía no era fácil, pero lo hice y la experiencia fue increíble, como hasta ahora.
La visita al estadio en esos tiempos tampoco era tan recurrente. Recuerdo que uno de los motivos más importantes para ir fue ver al jugador del momento de la Católica:
Arturo Andrés Norambuena Ardiles, el “Ingeniero”.
Entiendo que le decían así por haber estudiado Ingeniería Forestal en la Universidad Austral, donde comenzó su carrera como futbolista. Sin duda, él fue uno de mis primeros grandes ídolos de la UC. Algo en él destacó que me hizo quererlo incluso más.
El “Ingeniero”, además de formar parte del club de mis amores, de ser el goleador del equipo e ídolo de los hinchas, era fanático de la UC.
Ha sido uno de los pocos que se han tatuado la franja en el cuerpo como un hincha más y lucirla con orgullo luego de un partido en ese tan recordado campeonato del 2002. literalmente, una franja que marca el corazón ESTO ES CATÓLICA!
¿Cuál es la razón de que jugadores se conviertan en hinchas cruzados sin haber “nacido” en el club?
Bien sabemos que los futbolistas generalmente, durante su carrera y por un tema profesional, no son tan abiertamente hinchas de un club y menos si no pasaron por sus inferiores.
Lo sé, hay excepciones y muchas, pero la regla general es otra. También existen muchos jugadores que fueron hinchas de la UC que por distintas razones no hicieron inferiores en el club y por consecuencia no debutaron con la camiseta cruzada, dándose la “vuelta larga”, como dicen.
Un ejemplo actual de aquello es el de Tomas Asta-Buruaga. En su presentación como refuerzo indicó que le costó pero que finalmente volvió al club. Lo del “Ingeniero” fue distinto.
Como hincha puedo ver que él se enamoró del club. No solo por la oportunidad que se le dio, sino que por lo mismo que nosotros, por la mística del club, por la historia, la hinchada, entre muchas otras cosas.
El caso del “Ingeniero” me lleva a pensar en otros jugadores que si bien llegaron como perfectos desconocidos para los hinchas, nuestro querido club logró deslumbrarlos al punto de convertirse en un fanático más, y en algunos casos recorriendo el mundo con la franja en el pecho.
El ‘Beckham’ chileno
Uno de los casos más emblemáticos, quizás por su abiertamente postura como hincha de la UC, es el de José Luis Villanueva.
“Villagol” para sus seguidores; “Beckham Chileno” para muchos otros, nació en la cantera de Palestino, para luego ir deambulando por distintos equipos entre la Primera División y la Primera B hasta que fue llamado por Juvenal Olmos para disputar el preolímpico sub-23 realizado en Chile, siendo una de las figuras de la selección.
Posterior a ello arribó a la Universidad Católica dejando una marca positiva en los hinchas por sus goles y por la entrega en la cancha. Después de su buen paso por el club, llegó a Racing Club de Avellaneda en Argentina donde su estadía no fue la mejor pero se podría considerar aceptable debido a la forma en cómo se vive y juega el fútbol, algo radicalmente distinto al chileno. Y a pesar de celebrar como Marcelo Salas algunos de sus goles, comenzó a celebrar con la franja en el pecho en varios equipos que defendió.
En su regreso a la Católica el 2011 no logró sostener el buen ritmo debido a las múltiples lesiones. Sin embargo, los cruzados lo recordarán por aquella imagen de ese llanto desconsolado luego de la derrota frente a la U en la final del Apertura 2011.
Cuando llegó el retiro, “Villagol” se refirió justamente al momento más triste que había vivido en el fútbol. “Lloré cuando sentí llorar y la risa explotó cuando tuvo que hacerlo. Me equivoqué feo cuando dije que en la UC no mirábamos la tabla hacia abajo y en la final la U nos rompió la puerta en la cara. Esa es la segunda final que perdí. Y la que más me dolió. Era mi título. El que más quería. En el equipo que quería…”
Del fallido paso a Colo Colo al amor por la UC
Otro caso es el de Erick Pulgar, jugador nacido en Antofagasta y donde comenzó su carrera futbolística destacando como un gran central y posteriormente volante central.
Un fallido traspaso a Colo Colo, debido a un tema de deudas internas de aquel club, hizo desestimar la contratación de Erick para posteriormente recalar en la UC. En la precordillera su estadía no pasó desapercibida y rápidamente, a punta de goles y esfuerzo, se ganó un puesto en el equipo de Falcioni siendo de los pocos rescatables de aquella etapa.
Se consolidó en la franja cuando anotó uno de los goles a Colo Colo en el Estadio Monumental en la victoria cruzada por 3 a 0 con Mario Salas en el banco cruzado.
Si bien Erick no se reconoció como hincha cruzado inicialmente, tras su salida de la UC rumbo a Italia fue cuando en una entrevista al canal de la franja reconoció el enorme cariño que siente por el club y lo sorprendido que estaba por ello.
Hoy por hoy brilla en la Fiorentina de Italia y lo hemos visto más de alguna vez celebrar sus goles esbozando la franja, e incluso lo hemos visto junto a Gary Medel luciendo orgulloso el gesto en el pecho.
El ‘Plancha’ y su tapa boca
Finalmente, como olvidar el “Compañero, tamo tero contento” que Christian Bravo gritó a través de un video luego de obtener el campeonato del 2016, y que posteriormente fue a celebrarlo junto a Nicolás Castillo a la misma Plaza Italia donde dedicó el triunfo a todos quienes ‘lo tiraron pa bajo’ y gritando al final “¡¡esto es Católica CTM!!”.
Hoy Bravo, nacido en la cantera de la Universidad de Chile, deslumbra en el fútbol uruguayo donde en los últimos días ha sido sondeado por uno de los clubes más grandes del país, el Club Atlético Peñarol, que hoy dirige Diego Forlán, y al cual podría integrarse.
No está clara la razón del porqué la franja se impregna tanto en jugadores como estos. Es cierto que varios de los ejemplos tuvieron exitosos pasos por el club y eso lógicamente hace que el jugador se sienta aún más a gusto porque los pone en la órbita del fútbol mundial.
Se ha especulado que puede ser la mística del club, el bajo perfil de sus futbolistas, o incluso la calidad de vida que significa vivir cerca de San Carlos de Apoquindo (si ese es el caso).
Lo cierto finalmente, es que, en la mayoría de los casos, tanto estos como otros que no se fueron siendo “tan” hinchas del club, la Católica tiene su forma de ser muy propia, que termina enamorando a todos, incluso a los hinchas “no futbolistas”.
Sé que se quedan muchos en el tintero, sobre todo si miramos jugadores extranjeros que pasaron por el club, eso lo dejaremos para otra oportunidad.
En sus comentarios pueden indicar algunos otros jugadores que pasaron por la franja y hayan perpetuado su amor por ella.