¿Puede realmente un equipo chileno ganar la Copa Libertadores nuevamente?

Una muy delgada línea separa al calor del optimismo de la fría realidad, así como un abismo de diferencia cada vez mayor existe entre los equipos representantes de la alicaída liga chilena y la argentina o brasileña en el contexto internacional.

Si examinamos detenidamente, ningún DT de equipo grande llega prometiendo conquistar una Copa Libertadores, tampoco Sudamericana. De hacerlo, más que un Director Técnico con mentalidad ganadora nos parecería, en principio, a algo más propio de nuestros ilustres políticos y su acostumbrada demagogia, venta de humo y populismo exacerbado.

Sin ir más lejos Gustavo Poyet, flamante DT de Universidad Católica, al sólo llegar a Chile, respondió literalmente lo siguiente: “uno de los objetivos es ganar en copas internacionales”. Es decir, una frase casi vacía, evadiéndose de toda responsabilidad y fruto de la falta de esperanza propia de las precarias circunstancias nacionales en el contexto nacional de la última década.  

Para mis referencias, que un equipo chileno gane la Copa Libertadores es una probabilidad parecida a que un equipo escocés gane la Champions League. El debate se torna apasionante. Filosofía futbolística en su estado más puro, a la altura de preguntas tipo ¿Puede la selección chilena ganar la Copa del Mundo? ¿Podía Chile realmente ganar el Mundial de Brasil 2014? ¿Cómo le iría a un equipo chileno jugando la final contra un River de Gallardo o ese Flamengo de los últimos años?

Y es que teniendo en cuenta estos factores y esta humilde divagación futbolera, que un equipo chileno gane la Libertadores hoy por hoy y como están las cosas, sería una hazaña de tintes épicos más producto de una combinación aleatoria de factores de carácter casi milagrosos (tipo lo que fue el Bing-Bang para la creación del Universo) que de factores lógicos y racionales.  

Futbolísticamente hablando, un equipo chileno campeón de la Libertadores está a la altura de hazañas como la del Porto de Mourinho campeón de Champions League 2003-2004, Grecia campeón de la Eurocopa 2004, Leicester campeón de la Premier League 2015-2016, hasta Club de Deportes Cobresal campeón del fútbol chileno el Clausura 2015, por ir a un caso más local.

¿Es entonces imposible? No, no lo es. Lo que sí está claro es que partimos jugando contra las estadísticas, probabilidades y la lógica en nuestra contra. Personalmente cifro las posibilidades en un 5%, siendo generoso (¿Alguien da más?), pero esto es fútbol y todo puede pasar y, por lo tanto, hay que trabajar duro, hacerlo prioridad y objeto de deseo, pero sobre todo permitirse soñar muy, pero muy fuerte creyendo que los milagros se pueden alcanzar. 

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Créditos imágenes: Conmebol

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