La primera vez que la Selección Chilena venció a Argentina

Continúan las clasificatorias de cara a la tan ansiada Copa del Mundo, y la Selección Chilena ha tenido encuentros de dulce y agras en lo que llevan estas clasificatorias. Ahora, en el horizonte se halla la tan destacada Selección Argentina. Y para llegar con algo de optimismo a dicho encuentro, no está de más recordar la primera vez que la roja logró vencer a la albiceleste de casa.

Un 18 de noviembre de 1959, un destacado arquero nacional comenzaba a despedirse de las canchas entre lagrimas y aplausos: el gran Sergio ‘Sapito’ Livingstone. Y para despedirlo, se generó un amistoso (más que amistoso tuvo de todo) con los trasandinos.

El recinto que albergaría el encuentro fue el Estadio Nacional, y el arbitraje estuvo a cargo del juez Carlos Robles Robles .

La Roja ingresaría al pasto ñuñoíno con una línea de tres en el fondo, dos en el mediocampo y cinco en ofensiva. Al arco Sergio Livingstone (sólo estuvo unos segundos, luego fue reemplazado por Raúl Coloma, tras el homenaje), en defensa Luis Eyzaguirre, Pedro Sánchez y Sergio Navarro; en el medio, dos íconos de la UC y Colo Colo, Jorge Luco y Hernán Rodríguez (capitán); y en ofensiva Mario Moreno, René Meléndez, Armando Tobar, Leonel Sánchez y Bernardo Bello. El técnico por ese entonces era un grande entre los grandes: Fernando Riera.

Por su parte los argentinos llegaban con su tercer técnico, el destacado José Moreno Fernández. Respecto a su esquema táctico, este era similar al de Chile, una línea de tres en el fondo, dos en el mediocampo y cinco en ofensiva.

Los titulares eran: Osvaldo Jorge Negri en el arco; en defensa Juan Francisco Lombardo (capitán), Norberto Anido, Juan Carlos Murúa; en el medio Antonio Rattín y José Varacka; dejando en ofensiva a Héctor Facundo, Miguel Ángel Ruiz, Omar García, José Sanfilippo y Norberto Boggio.

Según la información dada por la mítica revista Estadio, el partido tuvo una alta inclinación para la roja, generando llegadas, disparando a larga distancia y rompiendo las defensas trasandinas. El medio destacaba que “Chile daba sensación de macicez, de contundencia”.

Sin embargo, el buen trabajo que mostraban los dirigidos por Riera se vio entorpecido por el gol del argentino Miguel Ángel Ruiz al minuto 26´, pero, el buen desempeño no decayó en los chilenos y continuaron generando jugadas y peligro en el área albiceleste. El primer tiempo terminó con la mínima ventaja trasandina.

Un segundo tiempo avasallador

Iniciado el complemento llegaría otro balde de agua fría. El delantero José Sanfilippo logró evadir la defensa chilena finiquitando con un remate bajo que Coloma no logró alcanzar. Hasta ahí, se volvía a mantener la supremacía argentina sobre la nacional. Por otra parte, los jugadores de la Roja habían ingresado al campo con otra actitud de (borrón y cuenta nueva) y eso se lo hicieron sentir a las más de 36 mil almas que estaban en el coloso de Ñuñoa.  Fue así como el colocolino Bernardo Bello descontó para la selección a los 10 minutos tras un centro de Mario Moreno. El animo estaba intacto y las ansias de ganar se hacían notar.

El gol de la paridad llegó gracias al recién ingresado José Ríos, quien se escapó por el centro y fue derribado, generándose un penal al minuto 13, el cual finiquitaría uno que no fallaba en los doce pasos: Leonel Sánchez.

Tras la igualdad transitoria, la Selección Chilena comenzó a tener más fluidez y a mostrar un juego más avasallador, tal como lo había mostrado en el primer tiempo. Aquel empoderamiento chileno se vio beneficiado al minuto 25 cuando Bernardo Bello se unió a las jugadas de Mario Moreno -quien estaba generando confusión en el área trasandina- logrando arrebatarle el balón al arquero rosarino y anotar el tercer tanto.

El triunfo de la Selección Chilena no quedaría ahí, ya que a los 42´ llegó el cuarto gol a partir de un buen juego generado por Moreno y terminado por José Benito Ríos. Ya con la victoria asegurada, los chilenos comenzaron a generar un fútbol más fluido, con mucho toque y reteniendo el balón. Mientras que los jugadores argentinos perseguían desesperados el balón en busca de alguna anotación.

Hasta que llegó el pitazo final y la alegría para todos los chilenos tras romper la dura racha que tenía el seleccionado argentino con la roja de todos.

Culminado el encuentro los jugadores nacionales se reunieron en la zona central del campo y saludaron a todo el público, tal como lo había impuesto Fernando Riera. Por otro lado, los espectadores querían más, y como si fuese una final de un mundial, los jugadores dieron una vuelta olímpica por el estadio. Los espectadores al ver el gran despliegue deportivo mostrado comenzaron a sacar sus pañuelos blancos y agitarlos a medida que pasaban los jugadores.

Punto aparte fue la despedida que se le dio a Sergio Livingstone, al principio del partido, el cual recibió un honorable reconocimiento a su trayectoria de parte del subdirector del Departamento de Deportes del Estado. El comandante Barros le entregó una medalla de oro, y su hijo Sergio un fuerte abrazo.

Y así fue como se escribió otra historia más en el libro del deporte nacional, la despedida de un grande y la primera victoria de la Selección Chilena ante Argentina.

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Créditos imagen: Revista Estadio

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