Un gran signo de interrogación e incertidumbre, tal como el que sufre Chile como país respecto de su destino, es el que podemos asignarle al pronóstico del partidazo de este domingo entre Universidad Católica y Colo – Colo.
Si bien Colo – Colo es, por rendimiento presente y funcionamiento individual y colectivo el amplio favorito en la previa, existen algunos factores que agregar a la ecuación que presentan el partido más incierto de lo que podría parecer;
Por un lado, a Universidad Católica le juega a favor la localía, así como podría serlo el hecho de presentar un nuevo Director Técnico, que de hacer las cosas bien descomprimiría el grado de frustración y apatía que el equipo presentó hasta la derrota con Huachipato y que marcó la salida de Christian Paulucci de la banca luego de un desgaste irreversible de la relación entre él y jugadores.
Por su parte Colo – Colo, puntero del campeonato nacional por diferencia de goles, podría presentar algunos cambios (sumada a la obligatoria baja de Costa) pensando en Copa Libertadores y su partido más importante del grupo ante el puntero (sólo por diferencia de goles) River Plate, “sólo” tres días después en el estadio Monumental. Esto como reflejo de las quejas de Gustavo Quinteros por la cercanía de la programación entre ambos encuentros.
Dicho esto, y a la espera de ver de qué están hecho los equipos chilenos en Copa Libertadores ante rivales de primer nivel como son River Plate y Flamengo, tenemos a la vista un partido vital para un posible repunte de Universidad Católica y su afán de pentacampeonato y por parte de Colo – Colo una señal potente, en caso de ganar, de comenzar a solidificar su pretensión de destronar a Universidad Católica como actual campeón del torneo nacional.
¿Que si es un clásico? Por donde se le mire, y el que opine lo contrario sufre de notoria ignorancia o de una conveniente arrogancia.
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