Lo más increíble que rodea a Diego es la locura irracional, la atracción suicida y el amor incontrolable que genera en los hinchas. Es una especie de virus transversal, que se contagia por el mero hecho de haber nacido futbolero.
Desde el primer cuento que te contaron de Diego, pasando por los videos que viste y por las historias que leíste, el hincha desarrolló una adicción hacia Diego como si fuera, irónicamente, una droga. Y lo más increíble de todo, es que esta tendencia a amar todo lo que hace, dice y piensa Diego, es a pesar de Maradona.
¿Qué que dije? Lo que leíste. Diego es Diego, a pesar de Maradona. No te hagas el sorprendido y tan poco me pienses un loco. Diego Maradona es una misma persona, pero la gente está enamorada de Diego, mientras que tiene sus reparos con Maradona.
Diego es talento, alegría, virtuosismo, gol a Inglaterra. Maradona es exceso, droga, acoso, violencia. El hincha prefiere ignorar la existencia de Maradona y quedarse con el placer que le genera el Diego. Cierra los ojos ante los informes de doping, ante las denuncias de acoso, ante la violencia intrafamiliar, ante la evasión de impuestos.
La adicción a Diego es tan grande, que todo el prontuario de Maradona da lo mismo. Y esto es incluso más admirable que el talento que derrochó en sus años de jugador.
Yo no conozco a otra persona que genere eso. No sé si existe otro ser humano que sea capaz de llenar un estadio de hinchas coreando su nombre, mientras el inconsciente de esos hinchas ignora la monstruosidad moral de Maradona. Eso es admirable y trasciende su calidad de futbolista.
El hincha está loco por Diego, se siente atraído por Diego, ama a Diego y tiene una adicción insuperable por Diego. Todo eso, a pesar de Maradona. Y eso te diría yo que es el elemento diferenciador que transforma a Diego Armando Maradona en una persona invaluable.
Eso es Diego, eso es Maradona.
#Puntete