Columna de opinión: Cuando los sueños se caen a pedazos

Anoche no podía escribir. Era mucha la rabia, el trago amargo de un desenlace de mierda. Tantos recuerdos de robos, tantos escenarios conocidos. Frases hechas revolvían mi whatsapp: “lo mismo de siempre”; “de nuevo nos cagan”; “la mafia del fútbol”.

Logré conciliar el sueño bien entrada la noche, recordando el golazo de Alexis e intentando bloquear la imagen de la mano que glamorosamente graficó el hurto. Porque para esto no hay medias tintas. El robo fue un robo y se llama robo, y el que lo quiera decorar bien por él, pero la evidencia es decisiva.

Pero el fútbol tiene esto y hay que tragárselo. Duele, duele más que la cresta, porque Chile superó las expectativas de todos y pudimos ganar. ¡Maldita frase podrida! ¡Maldito karma insuperable! Como me gustaría estar escribiendo del triunfo histórico, pero las obras de teatro también tienen drama y ayer fue solo el primer acto.

Tendremos revancha, sé que tendremos revancha. Como dijo Bielsa “todo se equilibra al final” y el camino es muy largo para quemar todo ahora. Porque el partido de ayer, además de tener un final irascible, fue un gran partido de Chile. La defensa cumplió bien, con un Sierralta sobresaliente. El equipo le dio cara a un Uruguay sorprendido y derrochó potrero con pendejos achorados.

Ayer mostramos los dientes, las garras y un pedazo de gol que clavó Alexis después de una jugada principesca de Aránguiz. Lo de Vidal fue un partido propio, dejando regada la cancha de experiencia y calidad. Chile fue un gran Chile, y al menos mandamos un mensaje.

El partido de ayer entrará en el baúl de los robos recordados y el árbitro sin duda engrosará la lista de enemigos declarados del país. Pero hay que tomar la rabia, tragarla mordiendo vidrio y ocuparla para salir el martes a destruir a Colombia y de paso sumar lo que debimos obtener pero que se nos negó por herencia: ese merecido triunfo que nos quisieron quitar, esa merecida épica que nos pudieron robar.

¡Aguante Chile y nos vemos en Qatar!

#Puntete

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