Salió la noticia y se desató el enjambre. Como siempre. Es casi una relación magnética la que tienes con el centro de atención. Pero los cracks son así y te lo has ganado.
Sí, es cierto que la cagaste al juntarte con gente esta semana, pero que tire la primera piedra el que no lo ha hecho. Y ni siquiera comentaré sobre aquellos que comparten una conversación con otra mujer. Tu vida privada es tuya y si es cierto o no, no debería importarle a nadie.
Por último, no estoy ni ahí con todos los que creen que tu condición de futbolista te exige códigos morales más elevados. ¿Por qué? ¿Qué chucha te entregó este país? Cuando naciste, lo más probable es que tu proyección de vida era terminar cuarto medio, trabajar de empaque y ganarte la vida día a día. Pero ‘erai’ bueno pa la pelota y decidiste morder el vidrio de la disciplina y armarte tu camino. Y lo hiciste con orgullo y huevos.
No contento con eso, le diste a Chile las únicas dos Copas América que tiene, y además nos tienes pegados a las ligas europeas hace 10 años. Gracias por eso y por encarnar la idea de que con esfuerzo todo es posible.
Y sí, el Ferrari fue una cagada, y juntarte con gente esta semana fue otra, porque pudiste contagiar. Pero ni ahí con juzgarte y lincharte en la plaza pública. Porque la mayoría de los que apuntan se olvidan que el virus es cosa seria, y que estar hospitalizado no es un juego.
Todo el aguante Arturo y como siempre, a la chucha los que critican. Igual van a celebrar el próximo gol que metas por Chile.
#Puntete
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Crédito imagen: IMAGO