El 6 de agosto quedará en la historia del fútbol femenino canadiense, como el día en que obtuvieron su primera medalla de oro en una cita olímpica. Las norteamericanas vencieron en penales a Suecia en el Estadio Internacional de Yokohama.
Fue un intenso partido que se extendió por 120 minutos. Los primeros 30 minutos estuvieron marcados por la cautela de ambos equipos, equilibrio que se rompió en el 34’, cuando Stina Blackstenius puso en ventaja a las suecas.
En el segundo tiempo, en el 64’, Christine Sinclair, estrella canadiense y la máxima goleadora de todos los tiempos en el fútbol internacional, pidió un penal en el área sueca. El VAR dio la razón a la canadiense y su compañera, Jessie Fleming anotó la igualdad.
El marcador se mantuvo 1-1 hasta la tanda de penales.
Desde los doce pasos, la sueca Asllani falló el primer tiro enviando el balón al travesaño. Con una gran actuación de ambas porteras, la ronda de cinco patadas terminó 2-2.
La encargada del triunfo para Canadá fue Julia Grosso, jugadora que anotó el gol decisivo para enviar la medalla de oro a casa.
La revancha de Canadá
Canadá había obtenido el bronce en 2012 y 2016. Por su parte, las suecas se quedan con su segunda plata consecutiva después de obtener el mismo resultado en 2016.
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Crédito imagen: Concacaf