A un año de la implementación de la Ley de Profesionalización del Fútbol Femenino chileno, esta semana la Dirección del Trabajo (DT) entregó un balance que dejó al descubierto que 35 de los 36 clubes femeninos profesionales -14 de primera división y 22 del ascenso- fueron infraccionados por no cumplir con la Ley 21.436 con multas que totalizaron $225.332.204.
Uno de los puntos más relevantes de la mencionada ley es que durante su primer año en vigencia, al menos el 50% de las jugadoras debía tener contrato de trabajo, cantidad que debía aumentar al 75% en 2024 y al 100% en 2025.
En relación a lo anterior, cinco clubes no cumplieron con la normativa de tener a la mitad del plantel bajo contrato: Cobreloa, Deportes Valdivia, Deportes Melipilla, Lautaro de Buin y Audax Italiano. Por medio de un comunicado la DT detalló que a éstos se les cursaron multas por el concepto de ‘No escriturar el contrato individual de trabajo en el rango porcentual que establece la ley a las deportistas que sean parte del campeonato nacional femenino de fútbol’.
Junto a la fiscalización de los contratos, también se revisaron otros tópicos que establece la ley en relación a aspectos laborales, de higiene y seguridad. En este ítem, todos los clubes profesionales chilenos fueron multados por distintos incumplimientos, entre ellos: no declarar oportunamente las cotizaciones previsionales; no disponer de duchas con agua caliente o fría; no tener servicios higiénicos suficientes; no entregar los elementos de protección personal a las jugadoras; no dictar los reglamentos de higiene y seguridad que establece la ley.
«Lo que nos entrega el informe es triste, mas no es sorprendente. Eso lo hace aún más doloroso, porque son condiciones que nosotras venimos evidenciando y denunciando hace muchísimo tiempo», señaló Iona Rothfeld, presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff).
«Avisamos con anticipación que este primer año de implementación de la ley nos íbamos a encontrar con distintas resistencias y así fue. Eso evidencia la poca seriedad y el poco respeto que nos tienen a nosotras como jugadoras y al rubro del fútbol femenino. Es muy dispar en relación con nuestros colegas varones, y porque, estando en 2023, no podemos seguir teniendo la conversación de si las mujeres merecemos lo mismo que los hombres». agregó.
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